El Falcao de los Balcanes
- Juan Ricardo Arenas Amaya
- 20 mar 2019
- 7 Min. de lectura
Hay un delantero que juega en el Eintracht Frankfurt y que los grandes equipos se van a disputar su fichaje en el próximo mercado de verano. Su nombre es Luka Jović.

Es increíble cómo en los países que formaron parte de la antigua Unión Soviética, en la que el deporte era una de las políticas de Estado más fuertes, siguen apareciendo año tras año futbolistas que sorprenden por su buen nivel y su rápida capacidad de adaptación. Luka Jović es, por supuesto, uno de ellos. Luka nació en Bijeljina, ciudad de la República Srpska (una de las dos entidades políticas que forman parte de Bosnia y Herzegovina) habitada en su mayoría por serbobosnios, muy cerca de la frontera con Serbia un 23 de diciembre de 1997. Sí, tiene apenas 21 años. Su padre, Milan Jović, fue un exfutbolista serbio que pasó por varios equipos de su país y le inculcó el fútbol desde muy pequeño. Luka hizo caso, como buen hijo, y acogió al fútbol como su vida y sostén. "El fútbol lo ha sido todo para mí desde que era un niño. Me pasaría el día entero en el campo y, obviamente, eso me ha dado resultado. Cuando pienso en el hecho de que tendré que retirarme en diez años, me da miedo. El fútbol lo es todo para mí. Duele pensar que un día tendré que dejar de jugar", declaraba hace poco en un medio de comunicación. Ama el fútbol y eso se ve reflejado cada vez que entra a una cancha. Se juega como se vive, dicen por ahí.

Su padre, al ver el talento del pequeño Luka, empezó a llevarlo a los torneos de fútbol que se organizaban en los tantos pueblos que se formaron tras las guerras de independencia balcánicas. En esos torneos pasaron por situaciones complicadas muchas veces, como dormir en el carro familiar entre partido y partido para ahorrar dinero. "Una vez Luka jugó dos partidos en un fin de semana y no podíamos volver al pueblo, así que aparcamos en la puerta del estadio y con unas mantas y almohadas durmió en la parte de atrás de mi vehículo, yo fumaba para que el chico no pasase frío", recordaba Milan, padre del jugador, en una entrevista. Finalmente, uno de los ojeadores del Estrella Roja de Belgrado, el equipo más grande de Serbia, lo vio marcar varios goles en uno de esos partidos e inmediatamente hizo que el club lo fichara para sus divisiones inferiores. El Estrella Roja es el club más ganador de Serbia con 49 títulos y además, fue campeón de una Copa de Europa en 1991 tras ganarle la final al Olympique de Marsella y de la Copa Intercontinental del mismo año tras derrotar a Colo-Colo de Chile. Por lo tanto, formar parte de las divisiones inferiores de este gran club era un importante paso en la carrera de Luka, donde ahora debía mostrar sus capacidades en una institución con una feroz competencia interna para llegar a ser parte del equipo profesional.

El día del debut profesional llegó un 28 de mayo de 2014 con apenas 16 años y anotando el gol de la victoria del Estrella Roja, que además les dio el título de aquel año. En el club de la capital serbia estuvo tres temporadas, anotando 13 goles en 48 partidos jugados, donde además de buenas actuaciones tuvo una mala experiencia por parte de unos chantajistas que amenazaron con ‘romperle’ las piernas si no pagaba una suma importante de dinero. Afortunadamente, la situación no pasó a mayores y los sujetos terminaron en la cárcel, mientras Jović, meses más tarde, daba el salto al Benfica, uno de los dos gigantes del fútbol portugués. Allí no tuvo sus mejores registros, pues competía en su puesto con el griego Mitroglou y con el mexicano Raúl Jiménez, además de tener ciertos problemas de indisciplina que ahora parecen superados, por lo que apenas jugó 4 partidos con el primer equipo en dos temporadas. Es por esto que el club decide cederlo para la temporada 2017 al Frankfurt, donde ha hecho 31 goles y 9 asistencias en 63 partidos y hoy es la gran figura de uno de los clubes más tradicionales del fútbol alemán, aunque seguramente esta será su última temporada en tierras teutonas.

Su primera temporada en el Frankfurt le valió para ser convocado por su selección, Serbia, a la Copa del Mundo de Rusia 2018. Pero únicamente jugó un par de minutos en la derrota del equipo balcánico frente a Brasil, ingresando en el minuto 89, cuando ya el partido estaba consumado con un 2-0 a favor de los brasileños. De todas formas, fue una buena experiencia para un jugador tan joven como Jović el haber experimentado una Copa del Mundo.
Lo llaman el Falcao serbio por su parecido en el juego con el delantero colombiano, Radamel Falcao García. De hecho, no sólo Jović trata de imitar los movimientos del colombiano, sino que además es su ídolo futbolístico. Esto decía en una entrevista concedida al canal oficial de la Europa League, competencia en la que el Frankfurt actualmente se encuentra en cuartos de final y enfrentará al Benfica, su anterior equipo: “Todo jugador joven se quiere parecer a Messi y Ronaldo, pero yo no. Me encanta Ibrahimović, pero mi ídolo es Falcao. Me quiero parecer a él”.
Características y estilo de juego
Luka Jović es un definidor por naturaleza, tiene una capacidad innata de finalización dento del área y frente al arco rival. Puede jugar de extremo derecho y extremo izquierdo gracias a su buena movilidad o centro delantero, su posición natural y en la que se siente más cómodo. Inclusive, ha llegado a jugar algunos partidos un poco más retrasado, como medio centro ofensivo, gracias a su buena capacidad de pivotear y su buena técnica. Es potente, físicamente muy fuerte, con buen cambio de ritmo y rápido en las transiciones. Siempre está bien ubicado y hace lo que le pide la jugada, usualmente toma buenas decisiones. Ataca bien el espacio, tira excelentes diagonales y genera opciones para sus compañeros. Además, es ambidiestro, maneja ambos pies a la perfección y tiene buen juego aéreo.
Algunas de sus estadísticas son muy interesantes: Promedia casi 10 kilómetros recorridos por partido, incluyendo 21 sprints, por lo que su cambio de ritmo es una de sus principales virtudes. Ha alcanzado una velocidad de 34 kilómetros por hora, algo que se compara con la velocidad de Cristiano Ronaldo, como para tener una idea. De sus 22 goles anotados esta temporada, Jović hizo 9 con el pie izquierdo, 10 con el pie derecho y 3 de cabeza. De sus 71 remates a puerta esta temporada, 16 han sido de cabeza, 25 con el pie izquierdo y 30 con el pie derecho. Al manejar tan bien ambos pies, se le hace más difícil a los defensores detenerlo, pues no tienen referencia de cuál es su pie hábil para el remate. Tiene un promedio de gol de 0,625, es decir, un poco más de gol por cada dos partidos.
El rol de Jović en el equipo es el de un delantero puro, pero intercambiando siempre la posición con su compañero en el frente de ataque, Sébastien Haller. Ambos tienen mucha movilidad y esto hace que la defensa rival se confunda a la hora de referenciar a dos delanteros centros. Adicionalmente, Jović muchas veces arranca desde más atrás formando una pareja de centrocampistas ofensivos con Ante Rebić, o intercambiando la posición con este. También, Jović se tira a los costados aprovechando las subidas de Filip Kostić y Danny da Costa para hacer diagonales hacia adentro, dado que puede patear al arco con ambas piernas y siempre tener margen de definición.

Goles y más goles
A continuación, análisis de algunos de sus goles anotados en esta temporada actuando en diferentes roles y llegando a posición de remate desde distintas posiciones:

En este primer gol podemos observar cómo Jović actúa de delantero centro. Le gana en velocidad a los dos centrales, arrancando hacia el área en tres cuartos de cancha, para luego desmarcarse tirándose un poco atrás y definiendo entre el área chica y el área grande. Referencia de área puro.

En este segundo gol, Jović arranca como medio centro ofensivo, mientras la jugada se va desarrollando por el costado izquierdo de la cancha. Frankfurt se caracteriza por llegar con muchos hombres al área y en esta jugada se evidencia aquello, pero Jović, en este caso, se queda esperando en la medialuna del área como un volante más. Allí le llega el baló y desde allí remata para el gol.

Otra de las fortalezas de Luka Jović es el remate de cabeza y en este gol se demuestra. Jović se ubica en el punto del penal y pica al espacio -que es donde la pelota va a caer- antes que su marcador, anticipándose, inteligentemente, a la jugada en el primer palo y cabeceando la pelota al palo más lejano del arquero.

Las transiciones rápidas son una de las fortalezas de Luka Jović gracias a su velocidad y potencia. En este gol arranca desde campo propio, realizando un sprint muy largo y sin caer en la trampa del fuera de lugar, acompañando la jugada y esperando el pase de su compañero para rematar solo frente al arquero.

Una de las principales fortalezas del Frankfurt es la presión alta, que empieza desde sus hombres de ataque. En este caso, Jović presiona al central para forzar el error de este y lo consigue, para luego ganarle en velocidad y potencia, dejándolo tendido en el suelo y definiendo de gran manera frente a Handanovič, del Inter de Milán.

Siguiente paso
De ser un niño de un pequeño pueblo en una península que aún sufre procesos culturales, producto de las tensiones de la guerra, a ser uno de los delanteros más buscados por los grandes equipos de Europa. En la prensa europea se dice que Barcelona, Bayern Múnich, Real Madrid y Liverpool son los más interesados en hacerse con los servicios de Luka Jović para reforzar sus plantillas de cara a la próxima temporada. Por ahora, el presente de Jović es con el Eintracht Frankfurt, equipo que lucha por entrar a la próxima UEFA Champions League de dos maneras: Ocupando un puesto dentro de los cuatro primeros en la Bundesliga, actualmente son quintos, o ganando la Europa League. Para conseguir su gran objetivo en este tramo final de la temporada el aporte de Luka Jović será fundamental, quien se ha encontrado a los 21 años en un punto de madurez adecuado para un futbolista, pero con la posibilidad de seguir creciendo desde el juego y desde su vida personal. ¿Cuál será su próximo destino? No lo sabemos, pero podemos estar seguros de estar frente a un jugador con todas las condiciones para triunfar en cualquier lugar y en cualquier equipo si así se lo propone. Como le dijo muchas veces Rui Costa, aquel ex jugador portugués que se desempeñó como volante mixto y que hoy es el director deportivo del Benfica y fue el principal consejero de Luka en su paso por el club: “Puedes hacer y lograr lo que quieras, está todo en tu cabeza”. Tiene todo para triunfar.
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